jueves, 1 de septiembre de 2011

Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad no contagiosa, rebelde a la mayoría de los tratamientos convencionales, que se manifiesta en la piel pero sus orígenes son mucho más profundos.

     Sus causas obedecen a una predisposición individual, antecedentes hereditarios, genéticos y constitucionales, metabólicos, hepáticos; y su manifestación clínica está vinculada a trastornos emocionales (generalmente sub-concientes) que, sobre esta predisposición individual, actúan como "gatillo" en su aparición primaria y crisis de agravación.

     Por lo tanto, no se trata de una enfermedad de la piel, sino que se manifiesta en la piel, y que sobre una constitución individual (factores predisponentes), "es activada" por diversos factores desencadenantes, externos o internos al individuo, entre los cuales, los emocionales y nerviosos, son los más frecuentes e importantes (shock emocional, pérdidas materiales o afectivas, duelos, ansiedad, angustia, miedos, traumas, sentimientos negativos, etcétera).

     En algún momento de la vida comienzan a aparecer placas cutáneas, descamativas, generalmente pruriginosas, de tamaño variable, de color rosado o rojizo. El rascado ocasiona lesiones que pueden ser dolorosas, quemantes y a veces sangrantes.

     Las zonas de más frecuente aparición son los codos, rodillas, aunque pueden extenderse al tórax, espalda, miembros y cuero cabelludo. Por lo general la cara, palmas y plantas de los pies no son afectadas.

     Tiene tendencia a la cronicidad, y a evolucionar "por brotes", con períodos de mejoría y agravación, sin una "causa aparente". Pero no cabe duda, que si empezamos a "hilar fino", detrás de cada brote psoriásico, puede existir una causa emocional (conciente o inconciente), de la cual el paciente a veces no toma conocimiento.

     Es de fundamental importancia realizar un buen diagnóstico diferencial con otras afecciones que pueden tener síntomas similares, a fin de realizar el tratamiento correcto.

     Se debe tratar al enfermo psoriásico y no a los síntomas psoriásicos, si deseamos resolver el problema desde sus raíces.

     Para ello se debe investigar: qué tipo de individuo padece una psoriasis, y no qué tipo de psoriasis padece un individuo, ya que no existen enfermedades, sino enfermos.


Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología, Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal
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