Tipo de Personalidad Siete
En esta entrada analizaremos las personas con tipo de personalidad siete.
Personas que buscan múltiples opciones y futuros positivos. Pueden ser polifacéticos, afirmadores y generosos. Enfermos pueden ser narcisistas, escapistas e insaciables.
Los Siete son el último estilo dentro del trío que responde temerosamente a la vida. Considerando que los Cinco se retiran socialmente y los Seis se vuelven dudosos o suspicaces, los Siete manejan sus miedos de una manera muy diferente. Las personas con este estilo tienden a suprimir y escapar de sus miedos enfocándose intencionalmente en lo positivo e imaginando planes, opciones y posibilidades. Los Siete son re-encuadradores naturales dado que se enfocan en el lado luminoso de las cosas; hacen limonada sin limones, y se mantienen alegremente activos. El punto defensivo de esta estrategia es el de evitar el dolor interno y ser difícil de alcanzar como si fuesen un blanco móvil.
Los Siete sanos son personas renacentistas y polifacéticas capaces de desarrollarse favorablemente en muchos ámbitos totalmente dispares entre sí. Las personas sanas con este estilo son normalmente aventureras y multi-talentosas, con un entusiasmo auténtico por la vida. Como niños, sin ser infantiles, los Siete sanos son enormemente receptivos. La mayoría tienen una perspectiva positiva y estimulante y pueden apreciar de manera entusiasta los regalos que otorga la vida, incluso los más pequeños. Muchos poseen una amistosa mezcla de encanto y curiosidad; pudiendo ser creativos, extrovertidos, generosos con los amigos y constantemente interesados en los nuevos horizontes. Los Siete sanos son normalmente muy elásticos y suelen regresar fortalecidos de la pérdida y la calamidad. También suelen ser leales y sensibles.
En su mejor momento, las personas con este estilo buscan compromisos de gran alcance y las más profundas satisfacciones. Con este propósito, pueden aceptar la real necesidad tanto del dolor como del compromiso en sus vidas. Aceptar la dimensión dolorosa de la vida le otorga al Siete mayor profundidad y, por consiguiente, refuerza su alegría. Muchos Siete reportan que al estar dispuestos a hacer los compromisos apropiados, esto genera una estructura global dentro de la que aún pueden encontrar variedad en sus vidas.
Cuando están menos sanos, las personas con este estilo son propensas al escapismo e intentan evitar el dolor tanto en ellos como en los demás. Proyectan su poder hacia fuerzas externas que pueden confinarlos, restringirlos, deprimirlos o juzgarlos. Los Siete se auto-encarcelan, dado que pueden rodearse con las personas y las circunstancias que los fijarán o obligarán, imitando lo que los Siete les hacen a ellos. Después de crear una cárcel de expectativas y obligaciones, se sienten desvalidos, como si no tuviesen opción alguna. Para compensar, hiperflexibilizan su capacidad de elección.
Los Siete controlan y subliman su dolor complaciendo sus apetitos. Éstos pueden ser por comida, drogas, ideas, actividad, personas, nuevas experiencias, etc. Los Siete enfermos devoran la vida pero no lo digieren. Buscan afuera la novedad, intentando mantenerse en alto a través de condimentar la realidad con sus imaginaciones y fantasías de lo que será. Pueden ser diletantes, impulsivos, rebeldes, impersonales, locuaces, narcisistas y codiciosos. Pueden abrigar muchos intereses pero indiscriminadamente; su conocimiento es extenso pero no profundo, más bien como un "milusos".
Muchos Siete tienen problemas con la ejecución. Tienden a ser fuertes en comenzar la acción pero débiles en la continuación. Normalmente no les asusta iniciar un curso de acción o un nuevo proyecto. Su dificultad estriba en la aplicación diaria de tareas a largo plazo y en soportar su aburrido alargamiento.
Algunos Siete temen el proceso. No tienen ningún sentido bien desarrollado de cómo hacer las cosas paso por paso. El pensar en poner un pie delante de otro no sólo es aburrido sino más aún: espantoso. Bajo tensión, los Siete también adoptan aquello que llaman encuadres "como si" dónde crean fantasías positivas sobre el futuro y pretenden que éstas sean reales y estén presentes. A veces evitan las situaciones difíciles de esta manera, eliminando la necesidad de esforzarse, los riesgos del fracaso o el tener que juzgar sus acciones. La mayoría de los Siete enfermos tienen miedo a ser inadecuados e inconscientemente se comparan con otros.
Cuando los Siete están profundamente enfermos, la línea entre la realidad y la fantasía se pierde drásticamente. Crecen obsesionados con visiones grandiosas y, a menudo, se inflan narcisistamente. Los Siete muy enfermos puede rechazar completamente la responsabilidad por sus acciones y resistir todo limite realista en su conducta. Pueden ser salvajes, impacientes, caóticos, delirantes y explosivos. Las tendencias hacia las adicciones y los ciclos maníaco-depresivos se enroscan fuertemente. Puesto que nunca pueden satisfacer permanentemente sus apetitos, pueden zambullirse precipitadamente en el hedonismo, buscando más que consumir. Cualquiera que se ponga en el camino de un Siete maníaco será derribado; son rotas todas las promesas hechas a los demás. Cuando muy enfermos, los Siete atraen a las fuerzas legales hacia ellos. El mundo tiene que refrenar el comportamiento antisocial nacido de los deseos internos de los Siete.
En el próximo post veremos el Tipo de Personalidad Ocho.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología,
Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal
Simón Bolívar 397, piso 11, Dpto. H
5000 Ciudad de Córdoba (R.A.)
Tel. 54 0351 4210847
Correo electrónico: dr.oscar.largentiere@gmail.com
Dr. Oscar L'Argentiere
Médico Homeópata Unicista
viernes, 16 de mayo de 2014
domingo, 20 de abril de 2014
Tipo de Personalidad Seis
Tipo de Personalidad Seis
Hoy recorreremos las características del Tipo de Personalidad Seis
Personas que anticipan los peligros del mundo. Cuando sanos a menudo son valerosos, fieles y eficaces. Mientras que enfermos pueden ser cobardes, masoquistas y paranoicos.
Los Seis son el estilo más explícitamente temeroso dentro del Eneagrama. Las personas con esta orientación están especialmente conscientes de los peligros de la vida y alertas a los riesgos que pueden acechar bajo las apariencias cotidianas.
Hay dos tipos de Seis: Fóbico y Contrafóbico. Sus reacciones al experimentar temor son externamente tan contrarias que parecerían estilos diferentes dentro del Eneagrama. Cuando los Seis fóbicos se dan cuenta del peligro, se encogen. Pueden actuar cautelosamente, dóciles o ambivalentes para evitar el potencial ataque. Cuando los Seis contrafóbicos se dan cuenta del peligro, a menudo lo provocan deliberadamente actuando de forma abierta y agresiva, deseando ocuparse del problema antes de que él se ocupe de ellos.
Los Seis fóbicos puede ser encantadores, modestos y sumisos mientras que los contrafóbicos pueden parecer duros, desafiantes y pendencieros. Algunos Seis son completamente fóbicos o contrafóbicos, pero la mayoría existen a lo largo de un continuo dónde son más de lo uno que de lo otro.
Los Seis fóbicos en su mejor estado son constantes, leales e idealistas. Son obedientes pero de una manera voluntaria y dedicada. Comúnmente se encuentran comprometidos con un grupo, tradición o causa más allá de sí mismos. Cumplen sus promesas, trabajan arduamente y son amigos honorables y protectores.
Los Seis fóbicos sanos son a menudo corteses y diplomáticos. Ponen de buen humor a los demás y son bien vistos por sus discreción y principios. Son muy divertidos y tienen a menudo vivas imaginaciones. Los Seis sanos manejan el poder con la integridad y pueden ser líderes justos y dispuestos porque simpatizan con los desvalidos. Pueden afirmar su valor personal pero también quieren que dentro de su grupo otros consigan el reconocimiento. No pasan por encima de la gente y son capaces de tomar medidas impopulares en caso de ser necesario. Sin embargo, generalmente, los Seis sanos trabajarán hacia soluciones que beneficien el grupo y permitan ganar a todos.
Cuando los Seis fóbicos están menos sanos, pueden volverse más ciegamente obedientes al mismo tiempo que asumen menos responsabilidad personal. Podrían delegar su poder sutilmente hacia una autoridad externa y comenzar a idealizar a aquéllos que parecen más seguros de sí mismos. Los Seis encienden un trato inconsciente con su héroe, un trato que dice: Haré lo que usted quiere que haga si me protege del peligro. Los Seis se esconden entonces bajo un paraguas imaginario, prometiendo fidelidad a esta fuerza externa, creciendo adictos a la seguridad que este arreglo parece ofrecer. La sana capacidad del Seis para la profunda lealtad es una arma de doble filo cuando están menos sanos; los Seis son a menudo leales a las personas incorrectas.
Cuando ceden su poder, los Seis fóbicos comienzan a preocuparse crónicamente y sentirse conscientemente desamparados. Para compensar, se vuelven cautos y cuidadosos, tratando de anticiparse a los motivos de los demás. Pueden intentar también controlar sus propios impulsos agresivos o fuertes, de modo que no se desvíen del papel sumiso que han estado de acuerdo en jugar. Podrían tener problema en terminar aquello que empiezan al preocuparse sobre quién criticará el producto terminado. Pueden parecer amistosos, pero en el fondo ser pasivo-agresivos o emitir mensajes contradictorios, dado que su enojo los atraviesa. Los Seis fóbicos también puede ponerse nerviosos, vacilantes, escépticos, tensos, indecisos y atarse al victimismo.
Cuando están profundamente enfermos los Seis fóbicos se confunden con el miedo y abiertamente dependen de otros. Podrían entregar su vida al trabajo, volviéndose serviles esclavos de un trabajo o un jefe. Podrían actuar como débiles perdedores, impotentes y aún así demandar mimos de los amigos, tiranizando a los demás con su impotencia; poniendo estrechos y estrictos limites a lo que serían capaces de intentar o de arriesgarse. Los Seis fóbicos muy enfermos evitan los desafíos, crónicamente catastróficos pueden perseguir a aquellos que se desvían de las normas. También pueden ser pusilánimes, legalistas, pequeños, intolerantes, melodramáticos y dogmáticos.
Los Seis contrafóbicos en su mejor momento son a menudo valerosos, tomarán el tigre por la cola y jalarán de él. Pueden ser físicamente aventureros, muy experimentados y pueden tener un gusto real por vivir. Si participan de una tradición, normalmente estarán en el papel del tábano constructivo. Su misión subyacente es servir a la tradición avivándola. Se consideran jugadores del equipo que ofrecen alternativas útiles, usando lo viejo como un trampolín a lo nuevo. Con este propósito, pueden ser enérgicos, honrados, asertivos y tienen muchas y muy buenas ideas.
Si un Seis contrafóbico sano no está sirviendo a una tradición, él o ella son a menudo creativos y originales. La capacidad del Seis de mirar más allá de las apariencias y cuestionar los supuestos los conduce profundamente a un punto de vista único. La expresión artística es atractiva como una afirmación del centro de su poder y como una forma de resolver un sentido general de turbación.
Los Seis contrafóbicos menos sanos tienen a menudo una calidad afilada, inquieta. Algunos encauzan sus energías en la actividad física; disfrutan los deportes y tienden a ser más abiertamente competitivos que los Seis fóbicos. Los contrafóbicos tienden a esconder sus inseguridades con máscaras frías o duras. El meollo del desafío físico es trascender el miedo enfrentando el peligro. En lugar de estar pasivamente asustados toman los riesgos, llaman al miedo y, entonces, lo golpean. Si los Seis fóbicos se entregan a la seguridad, entonces los Seis contrafóbicos se entregan a la inseguridad.
En nuestro próximo encuentro analizaremos el Tipo de Personalidad Siete.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología,
Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal
Simón Bolívar 397, piso 11, Dpto. H
5000 Ciudad de Córdoba (R.A.)
Tel. 54 0351 4210847
Correo electrónico: dr.oscar.largentiere@gmail.com
Hoy recorreremos las características del Tipo de Personalidad Seis
Personas que anticipan los peligros del mundo. Cuando sanos a menudo son valerosos, fieles y eficaces. Mientras que enfermos pueden ser cobardes, masoquistas y paranoicos.
Los Seis son el estilo más explícitamente temeroso dentro del Eneagrama. Las personas con esta orientación están especialmente conscientes de los peligros de la vida y alertas a los riesgos que pueden acechar bajo las apariencias cotidianas.
Hay dos tipos de Seis: Fóbico y Contrafóbico. Sus reacciones al experimentar temor son externamente tan contrarias que parecerían estilos diferentes dentro del Eneagrama. Cuando los Seis fóbicos se dan cuenta del peligro, se encogen. Pueden actuar cautelosamente, dóciles o ambivalentes para evitar el potencial ataque. Cuando los Seis contrafóbicos se dan cuenta del peligro, a menudo lo provocan deliberadamente actuando de forma abierta y agresiva, deseando ocuparse del problema antes de que él se ocupe de ellos.
Los Seis fóbicos puede ser encantadores, modestos y sumisos mientras que los contrafóbicos pueden parecer duros, desafiantes y pendencieros. Algunos Seis son completamente fóbicos o contrafóbicos, pero la mayoría existen a lo largo de un continuo dónde son más de lo uno que de lo otro.
Los Seis fóbicos en su mejor estado son constantes, leales e idealistas. Son obedientes pero de una manera voluntaria y dedicada. Comúnmente se encuentran comprometidos con un grupo, tradición o causa más allá de sí mismos. Cumplen sus promesas, trabajan arduamente y son amigos honorables y protectores.
Los Seis fóbicos sanos son a menudo corteses y diplomáticos. Ponen de buen humor a los demás y son bien vistos por sus discreción y principios. Son muy divertidos y tienen a menudo vivas imaginaciones. Los Seis sanos manejan el poder con la integridad y pueden ser líderes justos y dispuestos porque simpatizan con los desvalidos. Pueden afirmar su valor personal pero también quieren que dentro de su grupo otros consigan el reconocimiento. No pasan por encima de la gente y son capaces de tomar medidas impopulares en caso de ser necesario. Sin embargo, generalmente, los Seis sanos trabajarán hacia soluciones que beneficien el grupo y permitan ganar a todos.
Cuando los Seis fóbicos están menos sanos, pueden volverse más ciegamente obedientes al mismo tiempo que asumen menos responsabilidad personal. Podrían delegar su poder sutilmente hacia una autoridad externa y comenzar a idealizar a aquéllos que parecen más seguros de sí mismos. Los Seis encienden un trato inconsciente con su héroe, un trato que dice: Haré lo que usted quiere que haga si me protege del peligro. Los Seis se esconden entonces bajo un paraguas imaginario, prometiendo fidelidad a esta fuerza externa, creciendo adictos a la seguridad que este arreglo parece ofrecer. La sana capacidad del Seis para la profunda lealtad es una arma de doble filo cuando están menos sanos; los Seis son a menudo leales a las personas incorrectas.
Cuando ceden su poder, los Seis fóbicos comienzan a preocuparse crónicamente y sentirse conscientemente desamparados. Para compensar, se vuelven cautos y cuidadosos, tratando de anticiparse a los motivos de los demás. Pueden intentar también controlar sus propios impulsos agresivos o fuertes, de modo que no se desvíen del papel sumiso que han estado de acuerdo en jugar. Podrían tener problema en terminar aquello que empiezan al preocuparse sobre quién criticará el producto terminado. Pueden parecer amistosos, pero en el fondo ser pasivo-agresivos o emitir mensajes contradictorios, dado que su enojo los atraviesa. Los Seis fóbicos también puede ponerse nerviosos, vacilantes, escépticos, tensos, indecisos y atarse al victimismo.
Cuando están profundamente enfermos los Seis fóbicos se confunden con el miedo y abiertamente dependen de otros. Podrían entregar su vida al trabajo, volviéndose serviles esclavos de un trabajo o un jefe. Podrían actuar como débiles perdedores, impotentes y aún así demandar mimos de los amigos, tiranizando a los demás con su impotencia; poniendo estrechos y estrictos limites a lo que serían capaces de intentar o de arriesgarse. Los Seis fóbicos muy enfermos evitan los desafíos, crónicamente catastróficos pueden perseguir a aquellos que se desvían de las normas. También pueden ser pusilánimes, legalistas, pequeños, intolerantes, melodramáticos y dogmáticos.
Los Seis contrafóbicos en su mejor momento son a menudo valerosos, tomarán el tigre por la cola y jalarán de él. Pueden ser físicamente aventureros, muy experimentados y pueden tener un gusto real por vivir. Si participan de una tradición, normalmente estarán en el papel del tábano constructivo. Su misión subyacente es servir a la tradición avivándola. Se consideran jugadores del equipo que ofrecen alternativas útiles, usando lo viejo como un trampolín a lo nuevo. Con este propósito, pueden ser enérgicos, honrados, asertivos y tienen muchas y muy buenas ideas.
Si un Seis contrafóbico sano no está sirviendo a una tradición, él o ella son a menudo creativos y originales. La capacidad del Seis de mirar más allá de las apariencias y cuestionar los supuestos los conduce profundamente a un punto de vista único. La expresión artística es atractiva como una afirmación del centro de su poder y como una forma de resolver un sentido general de turbación.
Los Seis contrafóbicos menos sanos tienen a menudo una calidad afilada, inquieta. Algunos encauzan sus energías en la actividad física; disfrutan los deportes y tienden a ser más abiertamente competitivos que los Seis fóbicos. Los contrafóbicos tienden a esconder sus inseguridades con máscaras frías o duras. El meollo del desafío físico es trascender el miedo enfrentando el peligro. En lugar de estar pasivamente asustados toman los riesgos, llaman al miedo y, entonces, lo golpean. Si los Seis fóbicos se entregan a la seguridad, entonces los Seis contrafóbicos se entregan a la inseguridad.
En nuestro próximo encuentro analizaremos el Tipo de Personalidad Siete.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
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jueves, 27 de febrero de 2014
Tipo de personalidad Cinco
Tipo de Personalidad Cinco
Hoy nos toca analizar los rasgos de las personas que poseen el Tipo de Personalidad Cinco.
"(Son) Personas que se retiran del mundo y viven en sus mentes. Pueden ser sabios, inteligentes y versados o abstractos, avaros y esquizoides.
Los Cinco, Seis y Siete comparten un trasfondo común de miedo y forman otro trío. A diferencia de los Dos, Tres y Cuatro, los Cinco, Seis y Siete no se confunden acerca de quiénes son ni cómo se sienten. Ellos, en lugar de eso, tienden a anticipar de manera inconsciente los peligros de la vida, y es habitual en ellos que reaccionen desde el fundamento emocional del miedo. Los Cinco, Seis y Siete generalmente son pensadores quienes viven más en sus cabezas que en sus cuerpos. Se esfuerzan por tomar acción, afirmando sus voluntades y manejando la energía.
Los miedos del Cinco son específicamente sociales; las personas con este estilo habitualmente se mantienen en guardia contra ser invadidos o engullidos por otros. Este es el estilo más explícitamente asocial del Eneagrama. Cuando los Cinco están a la defensiva, pueden retirarse y ponerse hostiles como una forma de manejar su hipersensibilidad a los demás. Generalmente temen las relaciones íntimas dado que éstas pueden conducirlos a sentirse agobiados, sofocados o engentados (1).
Los Cinco viven en sus mentes, en contraste con los Cuatro que habitan sus imaginaciones emocionales. Las personas con este estilo tienen capacidades bien desarrolladas para analizar y sintetizar el conocimiento. Pueden ser perceptivos, sabios y objetivos, capaces de quedarse centrados y analíticos cuando alrededor suyo otros están desconcertados o aterrados.
Los Cinco, en su mejor estado, normalmente mantienen un equilibrio entre actuar recíprocamente con el mundo y retirarse de él. Este estilo se asocia con frecuencia con la sabiduría y, a veces, al genio intelectual. Los Cinco sanos de manera activa ofrecen al mundo el fruto de su conocimiento, a menudo a través de la enseñanza y la escritura. Pero, sea lo que sea que realicen, los Cinco sanos buscan que su talento, para aumentar conocimiento, cuente para algo más allá de ellos. Los Cinco pueden ser idealistas y a veces contribuir valientemente al bienestar social.
Las personas sanas con este estilo también practican lo que los Budistas llaman el no-apego, una actitud caracterizada por una mezcla igual de desapego y compasión. Dentro de esta postura los Cinco pueden jugar el juego de la vida sin apegarse demasiado a los resultados y, como amigos, pueden estar capacitados para entender tu punto de vista tanto como el suyo. Son simpáticos y de buen corazón, lo mismo que capaces de ver los eventos desde una perspectiva distante y evitar ponerse personalmente perturbados.
Cuando los Cinco son menos sanos, caen del no-apego en la disociación, el estado interno de separarse de los sentimientos. Pueden estar híper-conscientes de las demandas del mundo, y aún así responder pasivamente retirándose. La mayoría de la gente externa ve la capacidad del Cinco de retirarse como un tipo de independencia. También es una defensa; los Cinco están creando un fuerte límite asocial para compensarse por ser demasiados sensibles en primer instancia.
Partirse a sí mismos se vuelve entonces un hábito defensivo. La idea es: Si sólo pudiera aprender a vivir con menos, podría evitar la influencia ajena. Esto los lleva a una tendencia a acumular, para salvar lo poco que tienen con la idea de necesitar lo menos posible de los demás. Los Cinco pueden acumular tiempo, dinero, espacio, tierra, información o disponibilidad emocional. No importa lo que se acumula, el patrón es el mismo; los Cinco intentan protegerse contra la inundación apilando provisiones en alguna isla interna seca.
Los Cinco enfermos también permanecen distantes de sus propias emociones viviendo en un mundo de información e ideas. Sin embargo, cuanto más se dividen, mayormente luchan con sus sentimientos de vacío, soledad y necesidad compulsiva. Es como tratar de hablarte a ti mismo a causa de estar hambriento. En esta fase, un Cinco puede ser torpe para saber cómo se siente, dado que logra alcanzar sus sentimientos sólo a través de una sucesión muy larga de pensamientos. Los Cinco enfermos rinden culto a los dioses de la razón e intentan mirar de lejos a sus propias emociones. Esto también puede convertirse en una actitud de superioridad / arrogancia hacia otras personas.
Cuando los Cinco están muy enfermos, pueden volverse esquizoides e imprevisibles, incluso como si las partes disociadas de ellos se dieran vuelta y se expresaran. Pueden proyectar un halo ausente, vagamente asustados o pueden ser manifiestamente asociales. Los Cinco pueden, por ejemplo, sentarse a lo largo de una fiesta y no hablar con nadie pero, más tarde, reportar haber tenido un buen momento. O podría ser que inconscientemente aparten a otros con un comentario burlón y despreciable y la agresión imprevisible. El hábito de disociarse de sus emociones puede llegar a desarrollarse tanto que los Cinco muy enfermos pueden perder contacto con la realidad, desarrollando fobias raras hacia objetos invisibles como los gérmenes, y ser propensos a las alucinaciones. Los episodios agresivos también son posibles, seguidos por explosiones de paranoia aguda".
En el próximo post evaluaremos el Tipo de Personalidad Seis.
(1) engentado (adj.; dial.) que padece de una sensación de opresión, fastidio o angustia en sitios donde se encuentra una multitud de personas. Ejemplo: "Nos fuimos temprano del bautizo porque mi abuelita ya estaba engentada". Fuente: página en Facebook del Diccionario de coloquialismos y términos dialectales del español.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
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Hoy nos toca analizar los rasgos de las personas que poseen el Tipo de Personalidad Cinco.
Los Cinco, Seis y Siete comparten un trasfondo común de miedo y forman otro trío. A diferencia de los Dos, Tres y Cuatro, los Cinco, Seis y Siete no se confunden acerca de quiénes son ni cómo se sienten. Ellos, en lugar de eso, tienden a anticipar de manera inconsciente los peligros de la vida, y es habitual en ellos que reaccionen desde el fundamento emocional del miedo. Los Cinco, Seis y Siete generalmente son pensadores quienes viven más en sus cabezas que en sus cuerpos. Se esfuerzan por tomar acción, afirmando sus voluntades y manejando la energía.
Los miedos del Cinco son específicamente sociales; las personas con este estilo habitualmente se mantienen en guardia contra ser invadidos o engullidos por otros. Este es el estilo más explícitamente asocial del Eneagrama. Cuando los Cinco están a la defensiva, pueden retirarse y ponerse hostiles como una forma de manejar su hipersensibilidad a los demás. Generalmente temen las relaciones íntimas dado que éstas pueden conducirlos a sentirse agobiados, sofocados o engentados (1).
Los Cinco viven en sus mentes, en contraste con los Cuatro que habitan sus imaginaciones emocionales. Las personas con este estilo tienen capacidades bien desarrolladas para analizar y sintetizar el conocimiento. Pueden ser perceptivos, sabios y objetivos, capaces de quedarse centrados y analíticos cuando alrededor suyo otros están desconcertados o aterrados.
Los Cinco, en su mejor estado, normalmente mantienen un equilibrio entre actuar recíprocamente con el mundo y retirarse de él. Este estilo se asocia con frecuencia con la sabiduría y, a veces, al genio intelectual. Los Cinco sanos de manera activa ofrecen al mundo el fruto de su conocimiento, a menudo a través de la enseñanza y la escritura. Pero, sea lo que sea que realicen, los Cinco sanos buscan que su talento, para aumentar conocimiento, cuente para algo más allá de ellos. Los Cinco pueden ser idealistas y a veces contribuir valientemente al bienestar social.
Las personas sanas con este estilo también practican lo que los Budistas llaman el no-apego, una actitud caracterizada por una mezcla igual de desapego y compasión. Dentro de esta postura los Cinco pueden jugar el juego de la vida sin apegarse demasiado a los resultados y, como amigos, pueden estar capacitados para entender tu punto de vista tanto como el suyo. Son simpáticos y de buen corazón, lo mismo que capaces de ver los eventos desde una perspectiva distante y evitar ponerse personalmente perturbados.
Cuando los Cinco son menos sanos, caen del no-apego en la disociación, el estado interno de separarse de los sentimientos. Pueden estar híper-conscientes de las demandas del mundo, y aún así responder pasivamente retirándose. La mayoría de la gente externa ve la capacidad del Cinco de retirarse como un tipo de independencia. También es una defensa; los Cinco están creando un fuerte límite asocial para compensarse por ser demasiados sensibles en primer instancia.
Partirse a sí mismos se vuelve entonces un hábito defensivo. La idea es: Si sólo pudiera aprender a vivir con menos, podría evitar la influencia ajena. Esto los lleva a una tendencia a acumular, para salvar lo poco que tienen con la idea de necesitar lo menos posible de los demás. Los Cinco pueden acumular tiempo, dinero, espacio, tierra, información o disponibilidad emocional. No importa lo que se acumula, el patrón es el mismo; los Cinco intentan protegerse contra la inundación apilando provisiones en alguna isla interna seca.
Los Cinco enfermos también permanecen distantes de sus propias emociones viviendo en un mundo de información e ideas. Sin embargo, cuanto más se dividen, mayormente luchan con sus sentimientos de vacío, soledad y necesidad compulsiva. Es como tratar de hablarte a ti mismo a causa de estar hambriento. En esta fase, un Cinco puede ser torpe para saber cómo se siente, dado que logra alcanzar sus sentimientos sólo a través de una sucesión muy larga de pensamientos. Los Cinco enfermos rinden culto a los dioses de la razón e intentan mirar de lejos a sus propias emociones. Esto también puede convertirse en una actitud de superioridad / arrogancia hacia otras personas.
Cuando los Cinco están muy enfermos, pueden volverse esquizoides e imprevisibles, incluso como si las partes disociadas de ellos se dieran vuelta y se expresaran. Pueden proyectar un halo ausente, vagamente asustados o pueden ser manifiestamente asociales. Los Cinco pueden, por ejemplo, sentarse a lo largo de una fiesta y no hablar con nadie pero, más tarde, reportar haber tenido un buen momento. O podría ser que inconscientemente aparten a otros con un comentario burlón y despreciable y la agresión imprevisible. El hábito de disociarse de sus emociones puede llegar a desarrollarse tanto que los Cinco muy enfermos pueden perder contacto con la realidad, desarrollando fobias raras hacia objetos invisibles como los gérmenes, y ser propensos a las alucinaciones. Los episodios agresivos también son posibles, seguidos por explosiones de paranoia aguda".
En el próximo post evaluaremos el Tipo de Personalidad Seis.
(1) engentado (adj.; dial.) que padece de una sensación de opresión, fastidio o angustia en sitios donde se encuentra una multitud de personas. Ejemplo: "Nos fuimos temprano del bautizo porque mi abuelita ya estaba engentada". Fuente: página en Facebook del Diccionario de coloquialismos y términos dialectales del español.
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lunes, 16 de diciembre de 2013
Tipo de personalidad cuatro
Tipo de Personalidad Cuatro
Hoy le dedicaremos este post al Tipo de Personalidad Cuatro
"(Son) Personas que viven principalmente en su imaginación y sentimientos. Pueden ser artísticas, vinculadas e inspiradoras o quejumbrosas, elitistas y negativas.
Al igual que los Uno, los Cuatro comparan la realidad con aquello que podría ser. Pero, mientras los Uno tienden a buscar su imperfección e intentan corregir lo que está equivocado, los Cuatro a menudo se tuercen fuera de la realidad y viven en sus imaginaciones, sentimientos y humores.
Junto a los Dos y los Tres, los Cuatro gravitan entre la vanidad y la confusión de imagen pero, paradójicamente, pueden expresarlo. Los Cuatro en mayor medida se identifican con una imagen de ser defectuosos, sobre todo si esto les confiere una calidad de originalidad o especial singularidad. Un Cuatro fuerza, por ejemplo, lamenta su incapacidad para tener éxito en el mundo cotidiano, pero esta queja podría llevar una calidad sutil de presunción. Los Cuatro podrían tener una auto-imagen que es románticamente trágica pero al mismo tiempo elitista.
Los Cuatro sanos tienden a ser idealistas, tener buen gusto y son grandes apreciadores de la belleza. Filtran la realidad a través de una subjetividad rica, sutil y son muy buenos con el pensamiento metafórico, la capacidad de generar conexiones entre hechos y acontecimientos no relacionados. La tendencia Cuatro de ver las cosas simbólicamente se refuerza por su intensidad emocional. Esto crea materia prima artística que pugna por tomar forma. La auto-expresión y la búsqueda del conocimiento de sí mismo son las prioridades más elevadas para las personas con este estilo.
Los Cuatro practican naturalmente la sinestesia, una mezcla crónica de sensaciones que los conducen a intensas reacciones multiniveles. Un Cuatro ingresando a una nueva situación podría ver algo que dispara una imagen mental que, a su vez, evoca un sentimiento que le recuerda entonces una canción; que activa más imágenes que despiertan más olores, sabores, sentimientos y así sucesivamente. Los humores y sentimientos del Cuatro pueden correr juntos como una acuarela bajo la lluvia, produciendo una calidoscópica mezcla de impresiones en reacción a los eventos inclusive más insignificantes.
Los Cuatro valoran la estética de la belleza lo mismo que se armonizan con la naturaleza trágica de la existencia. Cuando sanos, las personas con este estilo trabajan para transmutar el dolor de la vida en algo significativo, a través del trabajo creativo en todas sus expresiones. Los Cuatro son diestros en articular la experiencia subjetiva y pueden ser finos maestros o psicoterapeutas. También pueden ser amigos empáticos de los malos tiempos, capaces de entender los dilemas de otros y, sobre todo, dispuestos a escuchar al dolor de un amigo.
Debido a la fuerza de sus imaginaciones emocionales, las personas con este estilo a menudo son descritas como artísticas. Muchos de los más grandes artistas del mundo han sido Cuatro y, casi todas las personas con este estilo necesitan encontrar salidas creativas. Los Cuatro trabajan en todo tipo de actividades, pero, siempre que pueden, intentan hacer su trabajo creativamente interesante. La riqueza sensitiva del Cuatro es como la materia prima de la creatividad. Los Cuatro sanos encuentran salidas creativas que les permiten expresar su intensa vida interna.
Cuando los Cuatros son menos sanos, comienzan a enfocarse en lo que no está disponible o que falta en sus vidas. Pueden volverse negativos y críticos, encontrándose incompletos con lo que tienen, viendo en lo presente principalmente la miseria. Se vuelven introvertidos y usan su imaginación para idealizar otros tiempos y lugares. Puede vivir en el pasado, el futuro —o cualquier lugar que parezca más atractivo que aquí y ahora. Los Cuatro tienden a envidiar cualquier cosa que no tienen, encarnando el dicho "el pasto siempre es más verde del otro lado".
La necesidad por ser vistos como alguien especial y único puede también volverse más neuróticamente pronunciada. Los Cuatro pueden parecer muy en contacto con sus sentimientos, pero, cuando enfermos, traducen su sentir auténtico en el melodrama. Pueden estar llenos de lamento y nostalgia, exigiendo reconocimiento a la vez que rechazan todo lo bueno que reciben de sus amistades. Podrían también crecer competitivos y rencorosos, incapaces para disfrutar sus propios éxitos sin desligarse de los logros ajenos.
Los Cuatro enfermos pueden estar malhumorados o extremadamente sensibles actuando al margen de las reglas cotidianas. Sostenidos por su sentido de originalidad defectuosa, podrían permitirse actuar incorrectamente, ser egoístas o irresponsables. Pueden negarse a tratar con lo mundano y lo ordinario, inconscientemente razonando que de cualquier forma no son de este mundo. Los Cuatro en esta fase se inclinan a sentirse culpables, avergonzados, melancólicos, celosos e indignos".
En el próximo post evaluaremos el Tipo de Personalidad Cinco.
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Hoy le dedicaremos este post al Tipo de Personalidad Cuatro
Al igual que los Uno, los Cuatro comparan la realidad con aquello que podría ser. Pero, mientras los Uno tienden a buscar su imperfección e intentan corregir lo que está equivocado, los Cuatro a menudo se tuercen fuera de la realidad y viven en sus imaginaciones, sentimientos y humores.
Junto a los Dos y los Tres, los Cuatro gravitan entre la vanidad y la confusión de imagen pero, paradójicamente, pueden expresarlo. Los Cuatro en mayor medida se identifican con una imagen de ser defectuosos, sobre todo si esto les confiere una calidad de originalidad o especial singularidad. Un Cuatro fuerza, por ejemplo, lamenta su incapacidad para tener éxito en el mundo cotidiano, pero esta queja podría llevar una calidad sutil de presunción. Los Cuatro podrían tener una auto-imagen que es románticamente trágica pero al mismo tiempo elitista.
Los Cuatro sanos tienden a ser idealistas, tener buen gusto y son grandes apreciadores de la belleza. Filtran la realidad a través de una subjetividad rica, sutil y son muy buenos con el pensamiento metafórico, la capacidad de generar conexiones entre hechos y acontecimientos no relacionados. La tendencia Cuatro de ver las cosas simbólicamente se refuerza por su intensidad emocional. Esto crea materia prima artística que pugna por tomar forma. La auto-expresión y la búsqueda del conocimiento de sí mismo son las prioridades más elevadas para las personas con este estilo.
Los Cuatro practican naturalmente la sinestesia, una mezcla crónica de sensaciones que los conducen a intensas reacciones multiniveles. Un Cuatro ingresando a una nueva situación podría ver algo que dispara una imagen mental que, a su vez, evoca un sentimiento que le recuerda entonces una canción; que activa más imágenes que despiertan más olores, sabores, sentimientos y así sucesivamente. Los humores y sentimientos del Cuatro pueden correr juntos como una acuarela bajo la lluvia, produciendo una calidoscópica mezcla de impresiones en reacción a los eventos inclusive más insignificantes.
Los Cuatro valoran la estética de la belleza lo mismo que se armonizan con la naturaleza trágica de la existencia. Cuando sanos, las personas con este estilo trabajan para transmutar el dolor de la vida en algo significativo, a través del trabajo creativo en todas sus expresiones. Los Cuatro son diestros en articular la experiencia subjetiva y pueden ser finos maestros o psicoterapeutas. También pueden ser amigos empáticos de los malos tiempos, capaces de entender los dilemas de otros y, sobre todo, dispuestos a escuchar al dolor de un amigo.
Debido a la fuerza de sus imaginaciones emocionales, las personas con este estilo a menudo son descritas como artísticas. Muchos de los más grandes artistas del mundo han sido Cuatro y, casi todas las personas con este estilo necesitan encontrar salidas creativas. Los Cuatro trabajan en todo tipo de actividades, pero, siempre que pueden, intentan hacer su trabajo creativamente interesante. La riqueza sensitiva del Cuatro es como la materia prima de la creatividad. Los Cuatro sanos encuentran salidas creativas que les permiten expresar su intensa vida interna.
Cuando los Cuatros son menos sanos, comienzan a enfocarse en lo que no está disponible o que falta en sus vidas. Pueden volverse negativos y críticos, encontrándose incompletos con lo que tienen, viendo en lo presente principalmente la miseria. Se vuelven introvertidos y usan su imaginación para idealizar otros tiempos y lugares. Puede vivir en el pasado, el futuro —o cualquier lugar que parezca más atractivo que aquí y ahora. Los Cuatro tienden a envidiar cualquier cosa que no tienen, encarnando el dicho "el pasto siempre es más verde del otro lado".
La necesidad por ser vistos como alguien especial y único puede también volverse más neuróticamente pronunciada. Los Cuatro pueden parecer muy en contacto con sus sentimientos, pero, cuando enfermos, traducen su sentir auténtico en el melodrama. Pueden estar llenos de lamento y nostalgia, exigiendo reconocimiento a la vez que rechazan todo lo bueno que reciben de sus amistades. Podrían también crecer competitivos y rencorosos, incapaces para disfrutar sus propios éxitos sin desligarse de los logros ajenos.
Los Cuatro enfermos pueden estar malhumorados o extremadamente sensibles actuando al margen de las reglas cotidianas. Sostenidos por su sentido de originalidad defectuosa, podrían permitirse actuar incorrectamente, ser egoístas o irresponsables. Pueden negarse a tratar con lo mundano y lo ordinario, inconscientemente razonando que de cualquier forma no son de este mundo. Los Cuatro en esta fase se inclinan a sentirse culpables, avergonzados, melancólicos, celosos e indignos".
En el próximo post evaluaremos el Tipo de Personalidad Cinco.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología,
Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal
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