sábado, 22 de diciembre de 2012
Resfríos y estados gripales
Resfríos y estados gripales
Cuidado con la automedicación!!!
Los resfríos y estados gripales son enfermedades infecciosas, muy contagiosas que pueden presentarse en forma de epidemias. Son producidas por diversos virus al encontrarse el organismo con bajas defensas y entrar en contacto con personas infectadas o ambientes contaminados, ya que los gérmenes causantes “flotan” en el aire luego de ser expulsados a través de la respiración, la tos o el estornudo.
En general son de curso benigno, pero pueden revestir cierta gravedad y producir serias complicaciones, las cuales dependen de varios factores: 1) El tipo de epidemia y la patogenicidad del virus, 2) La edad (los ancianos son mas susceptibles), y 3) El factor más importante: las defensas o estado de inmunidad del individuo.
El frío excesivo, los cambios bruscos de temperatura, el agotamiento psico-físico, el estado emocional, el estrés, la “calidad” de la alimentación, las alergias, la predisposición y constitución individual, son también factores de vital importancia.
Nuestra primera barrera defensiva se encuentra en la garganta y amígdalas, que si su acción es efectiva, el problema puede no pasar mas allá de una simple congestión de las vías aéreas superiores, con secreción nasal (rinitis), inflamación de garganta y amígdalas (angina), tos, estornudos, pero sin mayor compromiso del estado general.
De no ser así, puede producir síntomas más serios, con fiebre alta, bronquitis, sinusitis, otitis, etc. En casos extremos puede afectar el corazón (miocarditis, endocarditis), las membranas cerebrales (meningitis), neumonía, artritis, y otras afecciones de los órganos internos.
¿Qué hacer frente a un resfrío o estado gripal?
En primer lugar: no automedicarse. Existe la equivocada tendencia a tomar antibióticos, frente al primer síntoma o como “precaución”.
Los virus no son sensibles a los antibióticos, y al usarlos en forma indiscriminada, disminuimos la acción de nuestras defensas naturales, y favorecemos que por el mecanismo de mutación, otros gérmenes (bacterias), desarrollen resistencia a los mismos y que, cuando realmente los necesitemos para detener una infección seria, ya no sean efectivos.
¿Cuál es la causa por la que en una familia, un lugar de trabajo o frente a una epidemia, algunas personas se enferman y otras no?
La respuesta es simple: Depende de las defensas orgánicas del individuo y de su predisposición constitucional. La Medicina tiene una función curativa, pero fundamentalmente una función preventiva. Una persona bien alimentada, en equilibrio psicofísico, con su energía vital armonizada, con defensas físicas y emocionales efectivas, difícilmente se enferme, y si lo hace, será de forma leve, corta y sin complicaciones.
Las defensas se “activan” a partir de los 37 ó 37,5 grados de temperatura corporal, por lo que la fiebre no debe preocuparnos, mientras no supere estas cifras. La secreción nasal, la tos y estornudos, son mecanismos fisiológicos de limpieza de las vías respiratorias. La función del médico es ayudar al paciente con consejos higiénico - dietéticos, reposo, buena alimentación, aliviar sus padecimientos físicos y emocionales, aumentar sus defensas con medicación natural, para que el propio organismo posea todos los elementos necesarios para no infectarse o, una vez instalada, curarse de la enfermedad.
Si padece estados gripales a repetición, se debe investigar y tratar las causas constitucionales predisponentes y, de esta forma, realizar una medicina integral y holística, tanto curativa como preventiva, no sólo del estado gripal, sino del individuo en su integridad.
Dr. Oscar L'Argentiere - Médico M.P. 19.178
Homeópata Unicista, Iriología, Terapia Floral, Acupuntura China,
Psicoterapia Dinámica y Transpersonal
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